¿Existen hoy las clases sociales y el conflicto entre ellas?
¿Existen hoy las clases sociales y el conflicto entre ellas?
En primer lugar, siguiendo con el modelo socrático, el primer
paso sería definir tanto clase social como su conflicto (la lucha de clases). Karl
Marx nos define ambos conceptos en su obra “El manifiesto comunista” de la siguiente
forma:
Según expone, la sociedad siempre ha estado dividida en dos:
opresores y oprimidos. Históricamente, amos y esclavos, señores feudales y siervos;
burgueses y proletarios. Se encargó de hacer esta diferenciación bajo el
criterio de la posesión de los medios de producción. Aquellos que los poseían
eran los opresores, y aquellos que solo tenían su fuerza de trabajo, pero no
los medios, los oprimidos. En la sociedad moderna capitalista, la cual fue objeto
de estudio de Marx, burguesía y proletariado, respectivamente. Pero esta
diferenciación, al contrario de lo que ocurre hoy por hoy, era muy clara:
dueños de fábricas frente a trabajadores de fábricas, y sucedía debido a otro
término que Marx acuñó: la plusvalía. Definimos plusvalía como la diferencia
entre el salario de un proletario y el beneficio que el burgués obtiene en base
a su fuerza de trabajo. Es decir, es el capital que un empleado genera con su
trabajo, pero por el cual no es remunerado, sino que beneficia al empresario. La
plusvalía es la causante de la riqueza del capitalista, y es lo que se encarga
de alimentar al capitalismo.
Por otro lado, la lucha de clases se define como aquella
lucha mediante la cual se intenta colectivizar los medios de producción,
consiguiendo así terminar con las clases sociales. Para que esto ocurra, es muy
importante que exista la conciencia de clases. El proletariado debe ser
consciente de que lo es. Solo así podrá luchar por dejar de serlo. De lo contrario
sucedería aquello de lo que Marx nos advierte, la alienación. Para Marx, esto era
la pérdida de autonomía y libertad de una clase social como consecuencia de la
explotación a la que le somete otra clase social, principalmente por el hecho
de existir la propiedad privada de la producción. Es decir, ser explotado y no
ser consciente de ello.
Una vez aclarados los conceptos, podemos intentar responder a
las preguntas:
En primer lugar, ¿existen las clases sociales en la sociedad
actual, tal y como ocurría en la sociedad moderna? La tendencia actual es
pensar que las clases sociales de Marx han desaparecido. No se habla ya de
opresores y oprimidos. En su lugar se habla de ricos, pobres y de una nueva
clase: la clase media. Para establecer dicha organización se establece un nuevo
criterio: la renta, incluyendo un amplio abanico de salarios, que abarca a casi
toda la población. Así, muy poca gente se considera fuera de esta reciente
clase, y por tanto rica o pobre. Es por ello por lo que algunos expertos (en
especial aquellos más liberales) sentencian que las clases sociales han
desaparecido. Siendo esto, bajo mi criterio, una afirmación falsa. Las clases
sociales de Marx siguen existiendo, pero nos empeñamos en diferenciarlas bajo
el juicio del sueldo, dejando a un lado los medios de producción. Si volviéramos
a clasificarnos de esta forma, nos encontraríamos con que la clase media de la
que tan bien nos hablan (y que en realidad sí que es un gran logro de la lucha
obrera, y tiene aspectos positivos, tales como el acceso a la universidad o a
las tecnologías) prácticamente desaparecería, pasando el mayor porcentaje a formar
parte del proletariado, aquellos que no poseen medios de producción, y un
pequeño extracto, con salarios altos y que sí posee los medios, a formar parte
de la burguesía. Es decir, el surgimiento de la clase media es el causante de
que haya desaparecido la conciencia de clases. Como consecuencia encadenada a
esto nos encontramos con una sociedad perezosa, con una calidad de vida no lo
suficientemente mala para buscar mejores condiciones, pero tampoco lo
suficientemente buena como para poder ser feliz.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿existe hoy por hoy el
conflicto de clases? La respuesta es clara. Como hemos visto, pese a seguir
existiendo las clases sociales, hay algo que sí que existía en la sociedad que
estudió Marx, y que hoy por hoy no: la conciencia de clases. Y esto es algo imprescindible
para que exista la lucha de clases. Todo ello se puede observar de forma muy
clara en países como el nuestro. Por ejemplo, desde 2012 no se convoca en España
una huelga general. Hemos llegado a un punto en el que la lucha obrera se ha
estancado. Recordamos los logros que consiguieron nuestros anteriores, tales
como reducción de la jornada o mejoras en las condiciones laborales, pero no
continuamos con su lucha, ni soñamos con alcanzar los logros por los que tanto se
esforzaban, y en los que soñaban: colectivización de los medios de producción,
supresión de las clases sociales…
Como conclusión, vemos que las clases sociales permanecen
vigentes hoy por hoy, pese a que diversos nichos de la sociedad nos intenten
mostrar que no. Y es esto, por otro lado, el culpable de que lo que haya
desaparecido sea la lucha de clases, y es que, sin la conciencia de estas,
sería imposible. Porque, ¿cómo podría una liebre intentar no ser atrapada por
un cazador, si ni si quiera es capaz de diferenciarse de este? Por ello,
debemos huir de la alienación de la que tanto nos advertía Marx, y
concienciarnos de que no somos la clase media, sino la clase explotada.
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